Romper el Círculo

El presente se trata de un análisis multidimensional de la película Romper el Círculo escrita y producida por Coleen Hoover.

Es una trama en la que se puede identificar claramente un proceso de evolución personal, en el cual la protagonista, Lili Bloom, habiendo crecido en una familia disfuncional, logra aprender de sus experiencias dolorosas reconociéndolas, aceptándolas e integrándolas, para luego transformarse y elegir con mayor consciencia crearse una vida más responsable y amorosa.

La película muestra de una manera excepcional el mecanismo de disociación que experimenta Lili, mediante el cual no logra identificar con claridad la violencia instaurada en la dinámica vincular, hasta que el impacto de la intensidad del último acto violento experimentado la ayudó a hacer consciente lo que estaba viviendo, y le brindó el impulso suficiente para poder correrse del lugar en el que venia habitando. Asimismo, habiendo transcurrido el tiempo, Lili logra aceptar todo lo que había estado experimentando en el vínculo con su pareja y puede tener un acercamiento hacia él desde un lugar más amoroso.  Un lugar en el cual había logrado reconocer todo lo que sus padres no habían podido resolver y cómo ella estaba repitiendo las mismas dinámicas. Desde allí, pudo manifestarle a su ex pareja, con quien acababan de ser padres, que ella no seguiría repitiendo el círculo de violencia, y que principalmente, decidía hacerlo por la hija recién nacida.

Lili pudo trascender sus inseguridades, los fantasmas originados por su propia historia familiar, aceptar lo que sus padres no pudieron hacer con ellos mismos, la manera disfuncional en la que ella misma se estaba vinculando y transformarse de manera resiliente, para poder crearse una vida más amorosa, hacia ella, su hija y todos los demás.

Es una película que habla de cómo se puede trascender el ego para vivir de un modo más amoroso y muestra con claridad dicho proceso de transformación. No habla de victimización, no habla de culpables, solo de responsables y elecciones conscientes.

Es verdad que hay momentos en los que los mecanismos defensivos, tales como la disociación en este caso, generan distorsiones cognitivas mediante las cuales es casi imposible poder reconocer lo que se está experimentando. Pero también es verdad que cada experiencia es perfecta para el momento del presente que se esté transitando, sin tener que ser evaluadas como positivas o negativas. Lili sufrió violencia física, emocional, ambiental y sexual por parte de su pareja, pero él no podía hacer algo diferente y ella lo eligió y sostenía el vínculo porque tampoco podía hacer otra cosa en ese momento. Quizás la violencia tuvo que ser de mayor impacto para que ella pudiera reaccionar, quizás su pareja tuvo que transitar por toda esa experiencia para entender su impulsividad, quizás la hija tuvo que nacer para traer información que el transgeneracional no estaba vislumbrando.

Cuando de violencia de género hablamos, hay una instancia en la que nadie puede hacer por los involucrados, lo que ellos no pueden hacer por ellos mismos. Los familiares o amigos pueden denunciar, intervenir o acercarse a brindar su ayuda, pero la dinámica se seguirá repitiendo en tanto y en cuanto los involucrados no puedan hacer su proceso interno de transformación. La pareja puede separarse, alejarse, pero sus integrantes seguirán repitiendo la historia con otras parejas o en otros ámbitos, hasta tanto ellos mismos no logren realizar un cambio de posicionamiento interno.

La salida siempre es hacia adentro, es decir, hacia la conexión con nuestro ser interior, con el amor que somos. El proceso es aceptar la propia historia, integrarla con amor, elegir con consciencia vivir en coherencia interna y vincularse siempre con uno y los demás desde la intención más amorosa que sea posible en cada presente.

Incrementa tu bienestar a través de la gratitud

Desde pequeños se nos enseña que cuando recibimos algo debemos dar las gracias, y la explicación generalmente, es que es una cuestión de sensibilidad y respeto hacia los demás. Pero no se nos ha explicado conscientemente por qué la práctica del agradecimiento puede ser de fundamental importancia para experimentar una vida en bienestar.

Etimológicamente la palabra gratitud proviene del latín gratitudo, que es la cualidad del gratus (agradable, bien recibido, agradecido). De la misma raíz latina proceden las palabras, gracia, agradar, agradecer, grato, ingrato, gratis, congratular. La Real Academia Española define la palabra gratitud como sentimiento que obliga a una persona a estimar el beneficio a favor que otra le ha hecho o ha querido hacer, y a corresponderle de alguna manera.

La Organización de Naciones Unidas, haciendo foco en lo que denominan “La Ciencia de las Habilidades” promueve a la gratitud dentro de un conjunto de lo que denominan Super Habilidades, las cuales los adultos debemos inculcar a nuestros niños. Explica que la cualidad de ser agradecido, consiste en apreciar los aspectos (no materialistas) de la vida y la voluntad de reconocer que los demás desempeñan un papel en nuestro bienestar emocional. Y que se trata de una emoción fuertemente relacionada con la salud mental, la satisfacción vital, el optimismo, la autoestima, las relaciones sociales y la felicidad que perdura a lo largo de la vida.  Asimismo, que es una habilidad esencial para lograr el autoconocimiento y la autogestión.

El psicólogo estadounidense Robert Emmons, que se dedica al estudio del bienestar emocional, le otorga gran importancia al estudio de la gratitud y la define como un estado afectivo-cognitivo típicamente asociado a la percepción de que uno ha recibido un beneficio personal que no es merecido ni ganado, y que se debe a las buenas intenciones de otra persona.

Menciona que la gratitud tiene tres características principales:

  1. Es una afirmación de que hay COSAS BUENAS (beneficios, regalos) que hacen que la vida sea buena.
  2. El reconocimiento de un benefactor a quién darle las gracias. Reconocemos que la fuente de la bondad está fuera de nosotros y que la persona agradecida percibe que no tiene derecho a exigir aquello que le fue otorgado, que no hizo nada para recibirlo, por lo que el beneficio solo puede ser atribuido a las buenas intenciones del AGENTE EXTERNO. (Mérito inmerecido)
  3. Para poder sentirse agradecido es importante percibir el beneficio como un REGALO, la cognición de que podría no haber recibido ese beneficio y que por lo tanto, he sido beneficiado de un modo gratuito; transforma el reconocimiento de una posesión cualquiera en una vivencia de gratitud.

Por otra parte, el filósofo y psicólogo estadounidense, Martín Seligman, que estudia el constructo de la felicidad y el bienestar desde la corriente de Psicología Positiva, explica que la gratitud consiste en ser consciente de las cosas buenas que suceden, nunca darlas por sentado y tomarse el tiempo para expresar el agradecimiento.

Hay muchos estudios que intentan analizar cómo impacta en nuestro cerebro el estado de gratitud, y en la actualidad sabemos que reduce la actividad de la amígdala, que es la encargada de responder ante el miedo y la ansiedad, que activa el sistema de recompensa, que libera los neurotransmisores dopamina y serotonina y que activa zonas que involucran el placer, conceptos sociales y respuestas emocionales.

Podemos observar que en todas las definiciones mencionadas, como en los estudios científicos, la gratitud involucra la sensación de algo bueno o placentero, la interacción social, y las emociones positivas.

Cuando nos sentimos agradecidos lo que hacemos es poner la atención en un estado de abundancia, en aquello que obtuve. Ponemos el foco en un aspecto valorado como positivo, y este acto colabora en que habitemos un estado de ser más amoroso. Desde los estudios de la física cuántica que se dedican a tratar de interpretar cómo es que creamos nuestra realidad, ponen especial énfasis en esta habilidad. Asimismo, nuestro Sistema de Activación Reticular, que está conformado por diferentes zonas del cerebro que se activan para filtrar la información de la que somos conscientes, del total de la información que recibimos de nuestro entorno solo se hace consciente del 0,1% por eso es importante dónde poner el foco, ya que nuestras creencias afectan nuestra percepción del mundo que nos rodea. Aquello que creo, es dónde llevaré mi atención, mi energía y crearé mi realidad.

¿Qué pasaría si pudiera poner el foco cotidianamente, en todos los aspectos positivos de mi vida, en todo lo que tengo a diario, minuto a minuto? Me estaría creando un estado de gratitud. Ya no se trataría simplemente de agradecer cuando recibo algo, o me siento beneficiado por algo, sino que experimento la vida en total gratitud. Todo es un regalo, incluso la vida misma.

A continuación te propongo unos simples ejercicios para que puedas empezar a poner en práctica esta habilidad conscientemente y puedas reconocer los beneficios que generan con tu propia experiencia.

EJERCICIOS:

Lo que salió bien: escribe tres cosas todas las noches que consideres haya salido bien durante ese día y el motivo por el cuál salieron bien. (qué y por qué)

La visita de gratitud: piensa en el rostro de alguien que está con vida y haya hecho o dicho algo que cambió para bien tu vida. Alguien a quien nunca le hayas dado las gracias como merecía. Escribile una carta de gratitud a esa persona de no menos de 300 palabras. Siendo específico en lo que esa persona hizo por vos y cómo eso cambió tu vida. Una vez finalizada, la citas a un encuentro personal, sin decir el motivo específico y cuando se reúnan le lees la carta personalmente y se la entregas. Pedile que escuche hasta el final y luego pueden hablar acerca del contenido de la carta y de los sentimientos mutuos.

Resignificar mediante el agradecimiento: elige un momento de tu vida con una antigüedad mayor a un año, en el cual te sentiste victima de una situación como consecuencia de la acción de otro. Registrala por escrito cuál fue la situación y cómo lo experimentaste. Ahora analizala desde tu presente y pregúntate en qué aspectos te has visto beneficiado. Agradecela!

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El miedo como potenciador

El miedo como potenciador

Vínculos conscientes: explorando la conexión humana

Vínculos conscientes. Imagen de dos personas conversando

La naturaleza única de los seres humanos

Somos seres humanos únicos e irrepetibles, con una forma única de estar en este mundo, de expresarnos, de amar y ser amados. Desde que nacemos, nos vamos desconectando de nuestro Ser interior y nos vamos identificando con nuestro Ego, con nuestro personaje. Desde niños, al no poder valernos por nosotros mismos, dependemos de nuestros padres o cuidadores, que idealizamos y de los cuales recibimos no solo alimento, cuidado, amor y protección, sino un montón de estructuras mentales y creencias limitantes, con las cuales nos identificamos. Lo que pasa afuera toma protagonismo, y nos comportamos en función de nuestro deseo de aceptación. Desde nuestra identificación con nuestro ego empezamos a crear, con total normalidad, vínculos dependientes de gran apego emocional, en los que nos proyectamos a nosotros mismos y nos vinculamos desde una construcción ilusoria. Nuestra sociedad colabora en la construcción de este tipo de vínculos, totalmente dependientes. Vínculos en los que hay culpa y victimización.

Reflexiones de Carl Jung sobre los vínculos

En la frase de Carl Jung “Todo lo que nos irrita de los otros nos lleva a un entendimiento de nosotros mismos”, refiere a que los vínculos funcionan como espejo. Es en dicha interacción con los otros en la que podemos vernos reflejados nosotros mismos. De manera general, nos apegamos sin cuestionamiento a los reflejos agradables y confundimos los desagradables con una realidad no deseable que hay que cambiar o de la que tenemos que escapar.

Creando vínculos conscientes

Un vínculo consciente puede crearse cuando uno puede amarse a sí mismo. Cuando logramos sentirnos completos, incluso cuando estamos solos. Cuando somos conscientes de nuestros propios traumas y heridas. Cuando logramos conectar con nuestro Ser interior, con nuestra esencia, que es amor incondicional. Desde este lugar, podemos construir una relación en la que se experimente libertad, armonía y bienestar. Una relación en la que exista atención plena y consciencia en la conexión con el otro. Estar presentes en el momento presente, con registro de nuestras propias emociones y de nuestros pensamientos, a la vez que estar atentos a las experiencias y necesidades del otro, como así también sostener una comunicación abierta y empática. Esto es independientemente del tipo de vínculo emocional del que se trate, ya sea de amistad, familiar, pareja, etc.

Diferenciando vínculos conscientes

¿Cómo diferenciar un vínculo consciente de otro que no lo es?

A continuación te comparto algunas preguntas que te ayudarán a identificarlo

Me vinculo desde la falta, insatisfacción, dependencia o miedo:

¿Me gustaría que fuese diferente?
¿Lo juzgo o critico?
¿Le reclamo atención, dedicación, dinero o algún otro tipo de conducta?
¿Me vinculo por miedo a estar solo o algún miedo de alguna otra índole?
¿Me relaciono desde una dependencia emocional, económica o alguna otra?
¿Siento necesidad de controlar en alguna medida al otro?
¿Creo que el vínculo implica algún tipo de sacrificio o esfuerzo?
¿Siento celos o resentimiento?
¿Creo que el otro me va a hacer feliz o a completar?
¿Responsabilizo o culpo al otro por mi malestar?

Me vinculo desde el amor, respecto, aceptación:

¿Lo acepto tal cual es, sin expectativas de que cambie o sea diferente?
¿Me siento bien estando solo y elijo vincularme con el otro por deseo, no por necesidad?
¿Siento que soy un estímulo para propiciar el bien al otro?
¿Puedo registrar que cuando algo me molesta del otro, tiene que ver con cuestiones de mi propia historia o traumas personales?
¿Me responsabilizo por mi sufrimiento o malestar?
¿Percibo el vínculo con los otros como posibilidad de aprendizaje y autoconocimiento?

Beneficios de los Vínculos Conscientes

Los  beneficios más significativos de los vínculos conscientes son:

  1. Lograr tener una mayor comprensión y conexión emocional.
  2. Sostener, una comunicación más efectiva, donde hay escucha activa, empatía, aceptación y respeto mutuo.
  3. Abordar situaciones que podrían generar conflicto desde un lugar de responsabilidad, ya que la práctica de la atención plena nos permite registrar nuestros propios patrones de pensamientos y conductas, brindándonos la oportunidad de responder desde un lugar más amoroso con el otro y uno mismo.
La importancia del autoconocimiento y la individualidad

Además, de la fundamental importancia del autoconocimiento, también es significativo el espacio de individualidad para poder sostener vínculos conscientes. Tener tiempo personal para los propios intereses y actividades es fundamental, para lograr vínculos más equilibrados.

La vital importancia de los vínculos humanos

Somos seres sociales y los vínculos con los otros es de vital importancia para nuestras vidas, por eso la importancia de crearnos vínculos sanos, conscientes, amorosos. Al respecto, un estudio científico dirigido por el psiquiatra George Vaillant, denominado el Harvard Grant Study, siguió a 700 estudiantes de dicha universidad durante 75 años midiendo varios aspectos psicológicos, antropológicos y físicos. El estudio tenía por objetivo definir el secreto de la felicidad y concluyó que lo que más importa en la vida son las relaciones humanas. Que un hombre puede tener salud, dinero, prestigio pero sin relaciones amorosas de apoyo y sostén no será feliz.

La ciencia del amor y la conexión humana

La científica Bárbara Fredrikson en sus estudios inherentes al amor explica que se trata de un micromomento compartido con un otro, que es una sincronía compartida momentánea, de gestos, reacciones bioquímicas y conexiones neuronales empáticas al que denomina resonancia positiva. Asimismo, explica que las personas transmitimos amor cuando conectamos visualmente con otros y que estos micromomentos de amor colaboran en el mejoramiento del funcionamiento del nervio vago, por ende en el mejoramiento de nuestra salud. Que es importante cultivarlo conscientemente. Explica que no es necesario ser feliz para sentir amor, que puede transformarse en compasión cuando hay sufrimiento. Finalmente, se muestra esperanzada al saber que simplemente con tomarnos un minuto cada día para pensar si nos sentimos conectados con los demás, vamos a obtener grandes beneficios.

Reflexión sobre los vínculos y el aprendizaje personal

Desde una perspectiva multidimensional del ser humano interpreto a los vínculos como una posibilidad de aprendizaje para ampliar nuestro autoconocimiento, potenciar nuestro desarrollo personal en beneficio de nuestra propia evolución. Cuando sientas algún desagrado, conflicto o crisis en alguno de tus vínculos te recomiendo lo siguiente:

  1. Posicionarte como un observador de la situación sin reaccionar. Prestá atención qué te genera en tus emociones, creencias, cuerpo. Tratá de mantenerte lo más ecuánime posible evitando toda reacción impulsiva. Asimismo observá tu relato, la historia que te estás contando de la situación, esa historia creada desde la ilusión que construye tu ego.
  2. No te lo tomes como personal. Podemos ver lo que está ocurriendo como una oportunidad y pensar que esa persona o situación están aquí para enseñarnos algo. Podemos dejar de buscar culpables y asumir nuestra responsabilidad para responder a lo que está pasando entendiendo que lo que nos genera malestar y nos hace sufrir somos nosotros mismos.
  3. Hacete preguntas.  ¿Cuál es el patrón mental que me está reflejando esta persona o situación?, ¿En qué otra situación de mi vida experimenté este mismo malestar? ¿Qué creencia sobre mí mismo o sobre el otro está el origen de la reactividad que estoy experimentando?
  4. Elige con consciencia tu manera de actuar ante la situación y no permitas hacerlo desde una reacción automática.
Actuar con amor y consciencia

Y cuando surjan dudas respecto a cómo vincularte, a cómo responder ante alguna situación que te genere malestar en una interacción con otro, o simplemente hayas respondido desde el miedo con patrones automáticos, tomá consciencia del amor. Simplemente poné la intención de hacerlo con amor hacia vos y los demás. Porque lo estás haciendo lo mejor que estás pudiendo en el mismo instante que está sucediendo, y todas las situaciones son perfectas tal cual son.

Lic Carolina Santillán

¿Quién Soy?

¿Quién soy? Reflejo de persona sobre un espejo

La complejidad de la pregunta «¿Quién soy?»

¿Alguna vez te preguntaste quién sos? Estas dos palabras parecen simples pero al unirlas en una pregunta, puede resultar muy compleja de ser respondida. Seguramente, te genere movimiento en tu interior y más dudas que certezas. Probablemente, cuando intentes responderla, acudas a estructuras y creencias internas que generan respuestas más automáticas que conscientes. Pero prestá atención, porque no te pregunto cómo sos, no te pregunto a qué te dedicás, no te pregunto cómo te llamás, no te pregunto dónde vivís, no te pregunto si tenés familia o pareja, no te pregunto cómo vivís…te pregunto quién sos.

La construcción de la identidad

Es posible que sea una pregunta que hoy no tenga respuesta, o que en diferentes etapas de tu vida, vaya teniendo respuestas diversas. También es cierto que cada vez que te la respondas sea real y genuina tu respuesta, ya que lo harás en función de tus creencias del momento en que estés respondiendo.

Factores que influyen en la identidad

Quién creo que soy, es una cuestión clave en la construcción de la identidad psicológica. La identidad es una construcción que se realiza en función de un conjunto de creencias acerca del tipo de persona que somos y las características o propiedades que nos diferencian de los demás. Esta construcción nos proporciona un sentido de permanencia y singularidad. La permanencia se refiere a la creencia de que somos un ser idéntico a sí mismo a través del tiempo. La singularidad nos da la certeza de que somos únicos e irrepetibles.

Influencia de la cultura y el entorno

Los principales factores que influyen en la construcción de nuestra identidad son la cultura, el entorno familiar, las experiencias personales y las interacciones sociales. Se trata de un proceso interactivo en el que nos relacionamos con el mundo social, y los otros tienen un rol fundamental en la construcción de quienes somos. La reafirmación de los otros respecto a quiénes somos colabora en delimitarnos como alguien distinto. Por lo tanto, la identidad se configura mediante la separación y diferenciación entre el yo y los demás.

El desarrollo de la identidad desde la infancia

El concepto que formamos de nosotros mismos, se inicia en nuestra infancia, cuando necesitamos de la aceptación de nuestros padres/cuidadores, pero se nos pide a cambio, que cumplamos con determinados comportamientos y reglas impuestas por los adultos; generando la angustia fundamental del niño (herida de la infancia). Este proceso se consolida aún más en la adolescencia, con toda la información que obtenemos del entorno se va formando la personalidad y se va fabricando la fantasía del Ego, una elaboración inconsciente de un falso ser que acoplamos a nuestro verdadero Ser y que nos permite relacionarnos de forma superficial con el mundo, evitando que puedan conocernos realmente.  A nuestra identidad viene ligado nuestro ego, ya que es la valoración de uno mismo, lo que yo creo que soy y lo que me separa de los demás.

Definición del ego según Deepak Chopra

Deepak Chopra define al ego como: “El Ego no es lo que realmente somos, El Ego es nuestra autoimagen, nuestra máscara social. Es el papel que estamos desempeñando. A la máscara social le gusta la aprobación; quiere controlar, y se apoya en el poder porque vive en el temor.”

Manifestaciones del ego en la adultez

Cuando somos adultos el ego se empieza a manifestar de diversas formas, tales como la creencia de que somos lo que hacemos o hemos estudiado, o lo que poseemos, o el aspecto físico que tenemos. A estas creencias se le suma el malestar por lo que no somos o no tenemos, y es cuando conectamos con la falta, insuficiencia o insatisfacción. Y la vida se desarrolla en una constante y falsa creencia de que cuando obtengamos, logremos o alcancemos aquello que nos está faltando, estaremos completos. Nuestra mente, nunca conforme con lo que hay, va del pasado al futuro constantemente, imposibilitada a conectar con el momento presente, que es en el único momento en que podemos conectar con lo que realmente somos.

Los Kleshas en los Yoga Sutra

En los yoga sutra, que son los antiguos textos fundacionales del yoga, escritos por el sabio Patanyali (siglo III AC) se refieren a los Kleshas, como las cinco causas fundamentales del sufrimiento humano.

Las cinco causas del sufrimiento humano

  • La ignorancia: el concepto erróneo sobre la realidad de nuestro Ser eterno e ilimitado. Buscar la felicidad eterna afuera, y al ser impermanentes los diferentes aspectos del mundo, no puede brindarnos dicha felicidad, sino generarnos apego y sufrimiento
  • La conciencia del Ego: el sentido de individualidad que crea la personalidad y me hace sentir separado del resto. Nos identificamos con los instrumentos del conocimiento: mente y sentidos. Esto genera una sensación de separación, división y dualidad.
  • El apego: por cosas, experiencias, o personas. Como consecuencia de nuestra ignorancia, y la falsa creencia de que la felicidad está afuera, nos apegamos creyendo que nos sentiremos completos cuando hayamos logrado tal o cual cosa. Y cuando no lo logramos, o lo perdemos, surge el sufrimiento.
  • La aversión: odio o repulsión, o la evitación a cualquier persona, situación u objeto que nos conecte con el dolor.  Buscar el placer y evitar el dolor mantiene al humano en el nivel de la mente, aferrándonos a lo placentero y rechazando lo displacentero.
  • Miedo a la muerte: lo define como el instinto de proteger el cuerpo físico. Entonces, al nacer en la ignorancia de lo que somos, creyendo que la vida es este cuerpo físico, nos apegamos a él y tememos perderlo.

La conexión con el ser Interior según Eckhart Tolle

El maestro espiritual Eckart Tolle considera que en el aquí y ahora es en el único momento en el que podemos conectar con nuestro Ser interior, que se encuentra detrás de nuestro cuerpo físico, emociones y mente. Asimismo, refiere al concepto de “iluminación”, al igual que la filosofía del yoga, como el estado natural de sentir la unidad con el Ser, y la desconexión da lugar a la ilusión de separación de uno mismo y del mundo que nos rodea, surgiendo el miedo y conflicto interior y exterior.

Definición de iluminación según Buda

Buda define a la iluminación como el fin del sufrimiento.

La visión de Russel Dicarlo sobre el ser humano

Por su parte, el autor Russel Dicarlo, refiere que la gloría suprema del ser humano no es nuestra habilidad para pensar y razonar, sino volver a conectarnos con nuestro Ser esencial y expresar nuestra realidad extraordinaria y divina, en nuestro mundo ordinario, momento a momento. Lo que desde la filosofía del yoga podríamos llamar: “bajar el cielo a la tierra”.

La alegoría de la caverna de Platón y el conocimiento del ser

En el mito de la Alegoría de la Caverna de Platón podríamos decir, que también se refiere a esta ignorancia que los seres humanos tenemos respecto a nosotros mismos. Los prisioneros son una metáfora de las personas atadas a sus percepciones, las sombras son el mundo físico que confunden con el conocimiento verdadero, cuando sólo se trata de un conocimiento subjetivo. Cuando uno de los prisioneros sale al mundo, adquiere el conocimiento verdadero. Cuando el prisionero ya libre experimenta el mundo real, siente la necesidad de compartirlo con los demás. Este mito simboliza distintos niveles del Ser y del conocimiento.

Reflexión sobre la construcción de la identidad

Con este pequeño recorrido por diferentes teorías respecto a quién soy, podemos reflexionar que, si la identidad se construye en un proceso dinámico y constante, cada uno puede elegir conscientemente cómo construir su propia identidad que esté en sintonía y coherencia consigo mismo. Para ello, será fundamental la auto reflexión y las interacciones sociales que nos sirven de espejo, animarse a vivir nuevas experiencias y dedicarse tiempo a estar con uno mismo.

Cuestionamiento de creencias

Podés empezar a cuestionar cada creencia diciendo, no soy aquello que me dijiste que soy, o aquello que me dijeron que soy…y hacer tu propia lista de lo que no sos para luego ir eligiendo con más consciencia quién querés ser.

Asimismo, si la conexión con nuestro Ser solo puede suceder en el momento presente, hacer lo posible por habitar más presentes el presente. Prácticas como el yoga y la meditación son fundamentales, para aprender a cultivarlo.

Ejercicio de auto reflexión

Te propongo hacer el siguiente ejercicio: “Separá una hoja en dos partes iguales, en una enumerá quién sos y en la otra quién no sos. Registrá lo primero que venga a tu mente, lo que sea que surja anotalo.”

Tratá de practicar la observación de tus pensamientos, como si fuese que observaras a otra persona, y experimentarás que el pensamiento es solo un minúsculo aspecto de la inteligencia.

Conectar con el presente

Mientras experimentás tu vida cotidiana poné la atención en las cuestiones más simples, pero significativas. Poné la atención en dónde percibas la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interior.

Preguntas para la reflexión personal

También te dejo unas preguntas para que puedas reflexionar:

 ¿Cómo te llevás con vos mismo?

¿Si te llevás con vos mismo, no serán dos: vos y vos mismo?

¿Pienso luego existo, cómo decía Descartes, o estará equiparando pensar con Ser?

Lic. Carolina Santillán